Solo a través de la escucha activa, el diálogo genuino y el debate constructivo con las nuevas generaciones se puede trazar el camino hacia un México Nuevo. Reconociendo la diversidad de ideas, experiencias y perspectivas que caracterizan a la juventud mexicana, se abre la puerta a la innovación y al cambio positivo. Este enfoque colaborativo y participativo no solo fomenta el entendimiento mutuo, sino que también nutre la creatividad y el potencial de las nuevas generaciones para contribuir al desarrollo del país.
Al comprometerse con este proceso de intercambio de ideas y visiones, se sientan las bases para una sociedad más inclusiva, equitativa y próspera. Es a través del respeto mutuo y la apertura a nuevas formas de pensar que se puede construir un México donde cada voz sea escuchada y cada persona tenga la oportunidad de contribuir a la construcción de un futuro común.