Ecuador se convirtió en el tercer país que decide expulsar al embajador de México, en medio de la crisis con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Primero fue Bolivia, en diciembre de 2019. La entonces presidenta interina Jeanine Áñez expulsó a la embajadora María Teresa Mercado y a dos diplomáticos españoles, luego de un incidente en la embajada de México en La Paz, hasta donde llegaron los funcionarios españoles, cuyos autos fueron retenidos por la administración de Áñez.

En aquel momento, la presidenta alegó que en realidad la encargada de negocios y el cónsul de España habían ido a la legación mexicana para tratar de sacar al exministro boliviano Juan Ramón Quintana, brazo derecho de Evo Morales, a quien López Obrador asiló, luego de que éste renunciara a su cargo, en noviembre de ese año, tras unas cuestionadas elecciones.

Áñez quedó como presidenta interina, pero fue detenida después y condenada por delitos relacionados con un “golpe de Estado”.

México declaró la expulsión de Mercado como una “decisión política”.

Perú: segundo caso en donde expulsan a un diplomático mexicano
Dos años después de aquella crisis, fue Perú el país que declaró persona non grata al embajador de México Pablo Monroy Canesa, por las expresiones del gobierno de López Obrador respecto a la situación peruana, tras la destitución del presidente Pedro Castillo.

Castillo intentó refugiarse en la embajada de México después de intentar dar un golpe de Estado, pero fue detenido en el trayecto.

López Obrador no reconoce a la presidenta Dina Boluarte, a quien llama “espuria”, y exige la liberación de Castillo, a quien considera mandatario “legítimo”. La familia de Castillo sí recibió asilo en México.

El enfrentamiento llegó a tal nivel que López Obrador se negó a entregar la presidencia de la Alianza de Pacífico a Perú, como correspondía, lo que obligó a buscar una solución salomónica. Chile asumió “interinamente” y fue la administración de Gabriel Boric la que entregó la presidencia a Boluarte.

Este jueves, Ecuador declaró persona non grata a la embajadora Raquel Serur Smeke, después de que el miércoles el jefe de Estado mexicano dijera que el magnicidio del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio, en agosto de 2023, hizo que cayera la intención de voto de Luisa González, la candidata correísta que lideraba las encuestas.

Ella “queda después de este asesinato como sospechosa, sigue haciendo campaña en circunstancias, considero, muy difíciles porque imagínense a todos los medios, pero ella sigue y sigue y sigue”, dijo el presidente de izquierda.

Una “segunda etapa”, según el mandatario mexicano, fue “crear un ambiente enrarecido de violencia, al grado que van los candidatos -y esto lo difunden todos los medios- con chalecos (antibalas) a los debates, pero todo armado” por la prensa.

Esa afectación, insinuó López Obrador, habría ayudado a Daniel Noboa, quien finalmente se impuso en la segunda vuelta, en octubre.

Ecuador lamentó las declaraciones del jefe del Ejecutivo mexicano, que tachó de injerencistas y violatorias de la Convención de Viena.

Related Posts